El objetivo de esta nota es presentar y contextualizar brevemente un poema no publicado en vida de Rosalía de Castro ni en la de su marido Manuel Murguía, el primer gran difusor de su obra. El texto (titulado, como la novela homónima, La hija del mar, 1859) es una cuartilla doblada por la mitad, sin firma ni fecha, dispuesta a dos columnas y escrita a mano por las dos caras. Actualmente, se encuentra en una carpeta titulada Poesías, Cartas y Documentos. Rosalía Castro / Manuel Murguía , y está indexada con el número 9, bajo el epígrafe “Otras poesías”. Estos documentos, custodiados en el archivo de la Diputación provincial de A Coruña bajo la signatura FP3, pertenecieron en su origen a Juan Naya, miembro de la Real Academia Gallega.
Como el propio Naya declara en sus Inéditos de Rosalía (15-16), los pocos textos no publicados de la escritora que se salvaron de la destrucción llegaron a él gracias a la superviviente más longeva del matrimonio: su hija Gala Murguía. De la quema de la mayoría de los inéditos de la escritora da testimonio una carta de Manuel Murguía dirigida a Waldo Álvarez Ínsua, a quien le dice que Rosalía “formuló sus últimas disposiciones, entre las cuales, como U. no ignora se contaba la, para nosotros, dolorosa de quemar todos sus originales, como así se hizo” (citado en Barreiro Fernández 447).
La descripción genérica del contenido de la carpeta alojada en el Archivo de la Diputación de A Coruña (“Relación de manuscritos, documentos, cartas y poesías relativas a Rosalía Castro de Murguía”) no permite aclarar de modo inequívoco que se trate de un autógrafo de Rosalía. Hay que tener en cuenta, además, que algún documento de la escritora, como la célebre apostilla a su artículo “Costumbres gallegas”, ha llegado a nosotros transcrito por mano de Murguía (Naya 96 n. 21). Sin embargo, determinados indicios que expondremos más adelante permitirían avalar la hipótesis de que “La hija del mar” constituye un manuscrito de la autora.